LA SUERTE ¿LLEGA O SE BUSCA?
¿Crees que se tiene buena o mala suerte? ¿O es algo que nosotros nos buscamos?
Parte de la ciencia considera que muchas de las cosas que nos suceden dependen en un 80% de nosotros mismos y en un 20% de la denominada suerte. La actitud positiva, el optimismo, el estado emocional adecuado y otra serie de factores que dependen de uno mismo, propician la buena suerte. Es decir, que la mayoría de las cosas aunque en un principio uno no llegue a darse cuenta, son ocasionadas por la propia persona de una u otra forma. Otras, desgraciadamente quedan fueran de nuestro alcance y hay que aprender de ellas para poder fortalecernos.
Para obtener cosas buenas en nuestra vida y alcanzar las metas que nos proponemos hay que esforzarse, luchar por ellas. Debemos recordar siempre que para recibir también hay que ofrecer, y que no podemos pretender que los demás actúen de manera maravillosa con nosotros, si nosotros no demostramos que también somos maravillosos con ellos.
Para ganarse algo, primero hay que valorarlo.
Es cierto que a veces la suerte forma parte de la casualidad, pero en otras ocasiones la casualidad no es tal, sino fruto de una serie de acciones, actitudes y pensamientos que tú has generado a lo largo del tiempo. La vida actúa a veces como un boomerang.
Hay personas que no llegan a darse cuenta de la actitud pesimista y negativa que mantienen de manera habitual, de las quejas constantes y de los pensamientos de inferioridad, inseguridad y derrotismo que generan. El orgullo, la falta de humildad, la actitud egoísta, el resentimiento... todo tiene consecuencias. Y es muy difícil que, pensando y sintiendo así, puedas atraer cosas, situaciones o personas buenas a tu vida. A veces parece que es más fácil echar la culpa a la mala suerte o a los demás, que entender las cosas más complejas y mirar en nuestro interior.
Hay que cambiar el patrón de pensamiento negativo, vibrar en otra frecuencia mucho más elevada.
Y lo que es más importante, debes creértelo. Creer en ti es fundamental. Si es necesario tendrás que entrenar tu mente para que tu subconsciente se empape de los pensamientos e ideas adecuadas. Si no crees ni tienes fe en las cosas buenas que quieres en tu vida, las posibilidades de que se hagan realidad no existirán o se reducirán drásticamente. Como consecuencia, a veces es necesario modificar actitudes o comportamientos que nos llevan siempre al mismo resultado no deseado. Si quieres que algo cambie, debes plantearte cambiar tú primero.
El cerebro es mucho más complejo y poderoso de lo que imaginamos. Incluso es capaz de sanar nuestro propio cuerpo, pero quizás aún no estamos preparados para poder dominarlo en su totalidad...