PERSONALIDADES TÓXICAS
A veces sentimos, cuando acudimos a un determinado lugar o tratamos con algunas personas, una vibración o sensación negativa que nos hace sentir incómodos.
Hay quienes tienen personalidades tóxicas y muchas veces podemos detectar esa energía absorbente que producen.
Ejemplos de este tipo de personalidad:
1) Quejica: La persona que se pasa cada día quejándose de algo. Todo le molesta, todo es un suplicio, siempre encuentra alguna razón para quejarse. Es incapaz de darse cuenta de ese estilo que tiene de ver las cosas, es algo constante. Cuando pasas tiempo con este tipo de persona acabas agotado psicológicamente. Lo mejor es evitarla y no entrar en su guerra, o dará más rienda suelta a sus penurias.
2) Víctima y/o pesimista: Todo es culpa de los demás o siente que todo le pasa a esa persona. Considera que la mayoría de los sucesos que le ocurren es causa de la mala suerte y le cuesta muchísimo ver el lado positivo de las cosas. Piensa que no saldrán bien y siempre está esperando lo peor. De lo que no se da cuenta es que son situaciones que indirectamente son causadas por ella misma, puesto que al adoptar ese estilo de pensamiento y actitud, será un receptor para las cosas negativas. Ocurre la denominada "profecía autocumplida". Con personas así es difícil sentirse bien ya que siempre tendrán puntos de vista pesimistas que ofrecerte y, lo que uno necesita, es rodearse de gente que te motive y te haga ver la vida con optimismo.
3) Envidiosa: Es aquella persona que no para de criticar a los demás porque en el fondo siente celos por no tener o ser como aquellos. En vez de generar admiración, genera malas vibraciones bañadas de envidia que a veces pueden ir acompañadas de actitudes maliciosas. Cuando a alguien le gustaría algo que otra persona tiene o ha conseguido, pero que cree que también podrá lograr o que no necesita, no siente esos celos enfermizos sino que se alegra o, si es emocionalmente sano, lo aceptará sin más y no estará esperando a que a la otra persona le ocurra algo malo para sentirse mejor.
4) Narcisista: Sólo piensa en sí misma y no es capaz de amar a otra persona de verdad, pues prevalece su egoísmo y su obsesión por ser el centro de atención y que todo gire en torno suyo. Se considera mejor que el resto e independientemente de si tiene culto al cuerpo o no, siempre pensará en sí misma antes que en los demás. Antepone sus intereses a los de otros y siente exceso de admiración por sí misma.
5) Manipuladora: Utiliza a las personas para satisfacer sus propios intereses, mintiendo si es necesario sin ningún remordimiento. Consigue o intenta que los demás actúen como desea sin importar si hace daño y la mayor parte de sus amistades son por puro interés. Son personas egoístas que utilizan estrategias para provocar conflictos intencionados o para conseguir sus objetivos personales y/o profesionales.
6) Cotilla dañina: Tiene la necesidad de saber sobre la vida de los demás, sacando sus propias conclusiones sin importarle si lo que va difundiendo es cierto o falso. Suele criticar lo que hacen otros porque en el fondo tiene ciertas carencias emocionales o no tiene ningún respeto ajeno. Suele estar a disgusto con la vida que lleva y se siente mejor cuando juzga con malicia a las demás personas y lo transmite a otros para generar morbo o sentirse importante.
Pero por suerte, también podemos encontrarnos con personas que desprenden todo lo contrario: positivismo y sensación de bienestar, aquellas de las que debemos rodearnos en la medida de lo posible para vivir de manera más saludable. Y si alguna vez nos viéramos actuando de estas maneras tóxicas, lo mejor es darse cuenta lo antes posible para poder cambiar a mejor.
