TENER UN MENTOR EN TU VIDA
Es un guía, un maestro, un apoyo fundamental en la trayectoria personal, espiritual o profesional de alguien.
Si nos paramos a pensar, casi todo el mundo habrá tenido alguna vez algún mentor o mentora en su vida, o varios (a parte de la familia, que debe serlo por naturaleza, mejor o peor) que le haya ayudado en su trayectoria vital a elegir mejor su camino, a esforzarse por conseguir las cosas y a guiarse, y que le haya apoyado a crecer y a aprender.
Afortunadamente, tuve y tengo varios mentores y mentoras en mi vida que me han enseñado e impulsado a evolucionar como persona y como profesional. Una mentora o mentor cree en ti y te apoya en los buenos y en los malos momentos.
En mi caso, la mayoría de personas mentoras han sido hombres, que me han animado siempre hacia adelante a pesar de las dificultades, que me han apoyado y que han tenido fe en mí como mujer, como persona y como profesional, y que ese respaldo se ha mantenido en el tiempo. Han sido hombres y mujeres con los que he conocido más sobre la vida, los valores, las emociones, la profesionalidad, que transmiten vibraciones positivas y el optimismo y fortaleza que necesitas en algunos momentos, que se alegran por tus éxitos y que por ello no buscan nada a cambio ni tienen intereses egoístas.
Distánciate de quienes no te motiven, de quienes te minen la autoestima o de quienes ven el mundo de forma pesimista.
Esas personas mentoras que mantengo las querré conservar siempre porque las admiro, las respeto y aprendo de ellas, tanto de las cosas negativas como de las positivas. Me gusta enseñarles también lo que yo puedo aportar. Algunas de ellas saben quienes son, otras quizás no, pero fueron y son importantes en mi vida a las que tener como ejemplo en diferentes aspectos. Algunas fueron mentoras en su día, cumplieron su papel y se desvanecieron por las circunstancias de la vida, por fallecimiento o porque no era conveniente mantenerlas en mi vida.
Creo que es bonito darse cuenta de estas personas cuando están o estuvieron en tu vida y saber valorarlas, porque la verdadera mentora o mentor te ayudará a crecer y a guiarte por tu camino de una manera honesta y deseando tu bien. Personas así aumentan la motivación por tus objetivos, son sinceras tanto para bien como para mal y jamás sentirán envidia o celos hacia ti.
Espero algún día o en algún momento ser mentora para otras personas, o haberlo sido, aprender todo lo que pueda por el camino de la vida e ir ayudando a otras a que luchen por sus sueños y a sentirse mejor consigo mismas.