EL LADO OSCURO DEL CANNABIS
He conocido a muchas personas cumpliendo condena de prisión consumidas por los efectos de la adicción a las drogas y que, en muchos casos, la drogadicción ha sido motivo de su conducta delictiva. Entre estas drogas se encuentra el hachís o marihuana, de cuya planta os hablo a continuación
De muchos estudios científicos se ha concluido que los efectos de introducir esta droga en el cuerpo no son nada buenos. Y no sólo tiene repercusiones en la salud a nivel físico y psicológico, sino también en el ciclo del tráfico de drogas, en la economía sumergida y en otros ámbitos. Aún así, todavía existe mucha gente que los desconoce o no le interesa concienciarse de ello pues implicaría para algunos perder dinero, y para otros, eliminar un placer que justifican, entre otros motivos.
De la planta cannabis sativa se derivan las siguientes sustancias, las cuales son drogas ilegales y psicoactivas por su principal activo, el THC (tetrahidrocannabinol):
-Hachís: se elabora a partir de la resina de las flores de dicha planta, dando lugar a una pasta parecida al chocolate. Es más tóxico por la mayor concentración de THC.
-Marihuana o maría: se obtiene de la trituración de sus flores, hojas y tallos secos. Se suele consumir como "porro".
-Aceite de hachís: liposoluble.
Normalmente quienes consumen dichas sustancias pretenden conseguir determinados efectos que producen: relajación, desinhibición, sensación de lentitud del paso del tiempo, somnolencia, alteraciones sensoriales... Muchas personas que consumen drogas, encuentran en éstas un placer y evasión que en realidad va perjudicando su salud, incluso aunque el consumo sea esporádico.
Los efectos nocivos psicológicos, fisiológicos y orgánicos que suelen conllevar son los siguientes:
- Dificultad en las funciones de expresarse con claridad, memoria inmediata, concentración, procesos de aprendizaje.
- Aumento del apetito, sequedad de boca, ojos enrojecidos, taquicardia, sudoración, descoordinación y problemas motores.
- Ansiedad, depresión, reacciones de pánico, e incluso puede desencadenar enfermedades psiquiátricas como esquizofrenia.
- Al mezclarse con tabaco, favorece la aparición de alteraciones respiratorias, cardiovasculares, debilita el sistema inmunitario, deterioro de los dientes... Si se mezcla con alcohol los efectos son más perjudiciales.
- Alteración hormonal y aumento de posibilidad de disfunción sexual.
- A largo plazo, además, se observa cierto deterioro físico en la cara, voz y forma de actuar y expresarse.
- Aumento de las posibilidades de desarrollo de cáncer de boca, pulmón y demás enfermedades asociadas a la inhalación de las sustancias con las que se mezcla.
El THC es soluble en aceite, con lo que tiende a concentrarse en el tejido graso, como el cerebro. A los siete días de su consumo, sigue presente el 50% de este activo, favoreciendo su acumulación si se consume de forma regular.
Pero es que también tiene consecuencias sociales y legales:
- Para muchos, las personas que lo consumen les supone cierto rechazo, sobre todo cuando ya existe adicción (enfermedad) y síndrome de abstinencia, así como pérdida del cuidado personal en algunos casos en el propio consumidor/a.
- Quien compra esta droga ilegal está contribuyendo al mundo del tráfico de drogas. La venta, el cultivo, la distribución, elaboración, y el favorecer y facilitar estas conductas es delito y está penado con penas de prisión conforme al Código Penal español.
Quien compra está ofreciendo a cambio un dinero negro que contribuye al fomento de esas conductas delictivas, sin importarles las consecuencias como la drogadicción, la salud, la economía sumergida y la obstaculización en la lucha contra las drogas ilegales.
- Su consumo y posesión en lugares públicos, así como el cultivo en el domicilio, está castigado como infracción con sanciones de multa conforme a la Ley de Seguridad Ciudadana española.
Aunque es cierto que hay países que han legalizado su consumo en determinadas circunstancias, mi opinión es que no por legalizar esta droga se va a acabar con su tráfico o narcotráfico, de hecho, no ha habido un cambio efectivo en este sentido en aquellos países en los que se ha legalizado.
Detrás de esto sólo importa el dinero que podría generar tal comercio, en vez de la salud de las personas. Si cuando se comercializó por primera vez el tabaco, se hubieran sabido realmente los efectos nocivos en la salud, un gobierno sensato no hubiera permitido lo que han conseguido las empresas tabacaleras. Claro que cuando se supo a gran escala, ya era tarde...
Sólo son utilizados algunos principios activos de la planta cannabis bajo prescripción y supervisión médica, para paliar determinados efectos secundarios de algunas enfermedades y dependiendo de la persona. Pero no por fumarse un porro, que no tiene nada que ver, ni tampoco cura la enfermedad.
No olvidemos, que los que son padres, son ejemplos para sus hijos/as. Los que son autoridad, son ejemplo para los que están bajo su custodia. Y los que priorizan su salud, son dueños de su calidad de vida.