QUÉ ES EL SÍNDROME DE LA CABAÑA

Uno de los mayores impactos de la hormona del estrés (el cortisol) se produjo por el primer confinamiento vivido como consecuencia de la pandemia por Covid-19. Tras meses de aislamiento y restricciones sociales, cuando se permitió salir al exterior, con miedo e incertidumbre para muchas personas, mucha gente decidió quedarse en sus casas

Esta reacción hace referencia al llamado "síndrome de la cabaña" o  "fiebre de la cabaña". Mucha gente prefirió vivir prácticamente recluida por miedo, acostumbrada al asilamiento, sintiéndose segura sólo con su gente o en su hogar. Tiempo después, todavía hay personas a quienes les ha afectado mentalmente ese encierro.

Este síndrome conlleva irritabilidad o inquietud claustrofóbica que experimenta una persona o grupo cuando queda atrapada/o en un lugar aislado o cerrado, durante un período prolongado de tiempo,​ sintiéndose como en una "prisión".​

Se puede experimentar el síndrome en una situación en la que se está aislado dentro de una casa de vacaciones en el campo, en largos períodos bajo el agua en un submarino, o cuando se está aislado de la sociedad. Los síntomas pueden consistir en: somnolencia o insomnio, desconfianza de los demás, o sentir el impulso de salir incluso en condiciones adversas. 

Así pues, a raíz del primer confinamiento de 2020, se habló del síndrome de la cabaña por las reacciones emocionales derivadas del aislamiento por la pandemia, y por las circunstancias de la reclusión en casa durante un periodo largo de tiempo al que la gente no estaba acostumbrada. Ello ha podido generar en algunas personas una costumbre a no salir de casa y considerar esta como el único lugar seguro, sintiendo inseguridad en salir a la calle.

Los especialistas consideran que no es una enfermedad, pero los síntomas si se desarrollan, pueden llevar a la toma de decisiones irracionales, las cuales pueden amenazar su vida o la del grupo con el que está confinado. La recomendación dada para que no se convierta en un problema, es ser realista sobre el riesgo de salir sin magnificar que habrá un contagio irremediable al salir de casa.

También se habla del síndrome del ermitaño o "hikikomori”. Éste último concepto lo acuñó un psiquiatra japonés al hablar de personas que viven como ermitaños modernos, retirados de todo contacto social en sus casas, sobre todo adolescentes por el avance de la tecnología.

No hay que confundirlo con la fobia social o la agorafobia. 

Según el Manual Diagnóstico DSM-V, la Fobia Social se caracteriza por:

- Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que la persona está expuesta al posible examen por parte de otras personas. 

- La persona tiene miedo de actuar de cierta manera o de mostrar síntomas de ansiedad que se valoren negativamente (que lo humillen o avergüencen, que lo rechacen o que ofenda a otras personas).

- Las situaciones sociales casi siempre le provocan miedo o ansiedad.

- Las situaciones sociales se evitan o resisten con miedo o ansiedad intensa.

- El miedo o la ansiedad son desproporcionados a la amenaza real planteada por la situación social y al contexto sociocultural.

- El miedo, la ansiedad o la evitación es persistente, y dura típicamente seis o más meses.

- El miedo, la ansiedad o la evitación causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

- El miedo, la ansiedad o la evitación no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia ni a otra afección médica.

- El miedo, la ansiedad o la evitación no se explica mejor por los síntomas de otro trastorno mental.

- Si existe otra afección médica, el miedo, la ansiedad o la evitación está claramente no relacionada o es excesiva.

Y por otra parte, la Agorafobia se caracteriza por:

- Miedo o ansiedad intensa acerca de dos (o más) de las cinco situaciones siguientes:

  • Uso del transporte público.
  • Estar en espacios abiertos.
  • Estar en sitios cerrados.
  • Hacer cola o estar en medio de una multitud.
  • Estar fuera de casa solo.

- La persona teme o evita estas situaciones por la idea de que escapar podría ser difícil o podría no disponer de ayuda si aparecen síntomas tipo pánico u otros síntomas incapacitantes o embarazosos.

- Las situaciones agorafóbicas casi siempre provocan miedo o ansiedad.

- Las situaciones agorafóbicas se evitan activamente, requieren la presencia de un acompañante o se resisten con miedo o ansiedad intensa.

- El miedo o la ansiedad es desproporcionado al peligro real que plantean las situaciones agorafóbicas y al contexto sociocultural.

- El miedo, la ansiedad o la evitación es continuo, y dura típicamente seis o más meses.

- El miedo, la ansiedad o la evitación causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

- Si existe otra afección médica, el miedo, la ansiedad o la evitación es claramente excesiva.

- El miedo, la ansiedad o la evitación no se explica mejor por los síntomas de otro trastorno mental; no implican únicamente situaciones sociales (trastorno de ansiedad social); y no están exclusivamente relacionados con las obsesiones (como en el trastorno obsesivo-compulsivo), defectos o imperfecciones percibidos en el aspecto físico (como en el trastorno dismórfico corporal), recuerdo de sucesos traumáticos (como en el trastorno de estrés postraumático) o miedo a la separación (como en el trastorno de ansiedad por separación).


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Compagino mi trabajo como funcionaria A1 con mi pasión por la escritura | Jurista del Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias | Licenciada en Derecho | Titulada en Criminología y Dirección y Gestión de Seguridad | Formación en igualdad y prevención de la violencia hacia la mujer | Cinturón Negro Taekwondo | Expresidenta de la Asociación de Técnicos de IIPP | Amante de la lectura | Me gusta ayudar con las palabras

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