EFICACIA DEL TRATAMIENTO DE AGRESORES SEXUALES
Resumo las conclusiones expuestas en el estudio “Revisión de eficacia y opiniones profesionales sobre los programas de tratamiento para agresores sexuales”, realizado por FIADYS (Fundación para la investigación aplicada en delincuencia y seguridad) y H-Amikeco (Asociación para las relaciones humanas), con la colaboración de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y financiado por el Ministerio de Derechos Sociales.
Este estudio ha revisado la eficacia de los programas de tratamiento que reciben los agresores sexuales. Primero, se realizó una revisión de la bibliografía, nacional e internacional (de 2005 a 2023), sobre los programas de tratamiento en régimen penitenciario cerrado y abierto o comunitario. Y después se recopilaron las mejores prácticas y mejoras de contenido por parte de profesionales con experiencia en la aplicación de estos programas en España.
La muestra estudiada en la bibliografía incluye a hombres adultos que han sido condenados por un delito sexual, han recibido algún tipo de intervención y los programas tratamentales han sido evaluados respecto a su eficacia.
I. RESULTADOS DE LA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA:
- Los modelos teóricos de intervención dentro y fuera de prisión más eficaces son: el de Riesgos de Necesidades y Responsividad (RNR), el de buenas vidas, el de autorregulación y el psicobiosocial
- Los factores asociados al agresor que influyen negativamente en la eficacia del programa son:
- el diagnóstico de psicopatía, trastorno de la personalidad antisocial y/o presencia de parafilias,
- los agresores de edad avanzada,
- la valoración del riesgo de reincidencia alto.
- las intervenciones basadas en la corriente psicológica cognitivo-conductual,
- la participación voluntaria,
- la modalidad grupal,
- el estilo directivo durante las sesiones.
- La reincidencia sexual entre los agresores que no han recibido el programa de tratamiento en prisión se encuentra entre el entre el 6 y el 19%. La reincidencia sexual entre los agresores que sí reciben el programa de tratamiento en prisión se encuentra entre el 4 y el 10%.
Los programas de tratamiento recibidos en la el ámbito comunitario muestran mejores tasas de reducción de la reincidencia que los programas de tratamiento realizados en prisión.
- Tras recibir el programa de tratamiento: 1) los agresores sexuales muestran mejoras en todos los aspectos evaluados, 2) las variables psicológicas que muestran menos cambios son los rasgos psicopáticos y actitudes antisociales, 3) solo el cambio terapéutico no predice la reducción de la reincidencia.
II. INFORMACIÓN DE LOS/AS PROFESIONALES:
- El programa de tratamiento es considerado un recurso completo y adecuado.
- La complejidad del contenido, la estructura de los módulos y la larga duración del programa han sido identificados como aspectos negativos de la intervención.
- El perfil de las personas que componen los grupos de tratamiento es heterogéneo.
- Diferencias percibidas en el perfil de los agresores en función de la edad de la víctima:
- la honestidad: siendo los abusadores de menores más sinceros con el reconocimiento del delito,
- el estigma: siendo los abusadores de menores más estigmatizados que los agresores de víctimas adultas,
- la hostilidad y agresividad: siendo los agresores de víctimas adultas los que presentan más actitudes más hostiles.
- Las diferencias en el perfil de los agresores en función del cumplimiento de la condena:
- la honestidad: siendo los agresores que están en tercer grado penitenciario los que más admiten el delito,
- la adherencia al programa: siendo los agresores que cumplen condena en prisión los más cumplidores con respecto a la asistencia y la realización de las tareas.
- La valoración general del contenido del programa es adecuada. Los módulos de conciencia emocional, mecanismos de defensa, empatía con la víctima y prevención de recaídas son los mejor valorados.
Los módulos de educación sexual y modificación del impulso sexual son los que peores valoraciones obtienen.
- Proponen añadir contenido que aborde los siguientes temas:
- el impacto de la agresión en la víctima,
- aspectos de salud mental como abuso de sustancias o conductas autolíticas,
- la victimización sufrida durante la infancia y la adolescencia del agresor.
- Opinan que la eficacia del programa de tratamiento se vería beneficiada empleándose una metodología basada en las necesidades del grupo, fundamentada en: una estructura más flexible, realización de sesiones individuales y adaptación del tiempo de intervención.
III. CONCLUSIONES:
- Con respecto al programa de tratamiento PCAS (para el control de la agresión sexual), destacan cualidades positivas comenzando por su misma existencia. Desde su fecha de publicación a finales de los años 90, ha abordado los factores que han dado lugar a la comisión del delito, la asunción de la responsabilidad de este y las consecuencias de los hechos acontecidos. Se trabaja en el desarrollo de capacidades y habilidades para evitar la comisión de un nuevo delito, como técnicas de gestión en situaciones de riesgo, cambio de pensamientos y alternativas ante el impulso inapropiado.
Es considerado por quienes lo aplican, un programa muy completo y su eficacia ha quedado demostrada desde su última revisión en el año 2005, pues logra reducir las tasas de reincidencia sexual en aquellos agresores que reciben el programa.
- Resultados de la eficacia de los programas de tratamiento:
- La mayoría de los artículos revisados muestran que aquellos agresores que reciben el programa logran reducir la reincidencia delictiva.
- Tras recibir el programa, todos los agresores muestran mejoras en todas las características psicológicas exploradas. Aun así, este cambio no predice la reducción de la reincidencia.
- Los programas de tratamiento están influenciados por diversos factores y características que pueden favorecer o perjudicar su eficacia y por tanto deben tenerse en cuenta en su diseño.
- Se proponen una serie de consideraciones dirigidas a mejorar la eficacia de los programas para agresores sexuales:
• Incluir al inicio del programa procesos de cohesión grupal para mejorar la motivación personal, el intercambio de expectativas y generar objetivos personales compartidos.
• Establecer un vínculo terapéutico positivo entre el profesional y los componentes del grupo, que facilite el abordaje de los contenidos del programa de tratamiento.
• Adecuar los contenidos y el tiempo de intervención a las necesidades y demandas del grupo, interviniendo de forma más intensa y prolongada en los agresores que presenten mayores necesidades.
• Realizar sesiones individuales durante el programa, para trabajar cuestiones complejas relacionadas con la conducta delictiva de cada usuario.
• Trabajar en aspectos relacionados con conductas sexuales desviadas, incluyendo parafilias, educando y aportando recursos de gestión de las mismas con el fin de reducir su impacto en la reincidencia sexual.
• Abordar de forma más exhaustiva cuestiones relacionadas con la salud mental y el abuso de sustancias, mediante una serie de módulos complementarios.
• Actualizar el contenido del programa para ajustarse a las realidades de los agresores, centrándose en el tratamiento con perspectiva de género, empatía con las víctimas y el impacto de la identidad de género y la orientación sexual en el módulo de sexualidad.
• Posibilidad de incluir recursos de mantenimiento una vez finalizado el programa, para afianzar las nuevas habilidades adquiridas.